jueves, junio 24

Platónico

Después que te vi la otra noche, después de que te vi bailar, me acosté pensando en tus ojos, soñé lo más bello que pude soñar. Nos vimos solo un par de veces, y entraste en mis sueños igual. No sé lo que pienses de esto, yo siento que comienzo a enamorarme de tí. Me endulzas cuando hablas, me muero si te hago reír, es así. Tu modo me mata, te quiero invitar a salir. Dame solamente una chance,
déjame intentar conquistarte.
Paseemos un rato, cenemos, vamos a caminar... Podríamos llevarnos bien.
No se como haré para verte, le he preguntado a mi amiga por tí. Me dijo que estabas saliendo hace poco tiempo con alguien. Recuerdo cuando la nombraste, recuerdo que hablaste de ella. Si aún no te has enamorado, quizás sea momento de probarme a mí. Ven aquí... Yo quiero que sepas, que eres el más bello hombre que yo vi. Juguemos un poco juntos, ¿no ves mi ojos brillando por tí?
Qué daría yo porque me des, tu número de teléfono
y tal vez te llamaría nerviosa por esta ilusión de tenerte. Tu pelo, tus manos, tu forma de hablar, tus dientes y tu sonrisa, la ropa que usás; lo que conozco de tí me gusta todo, quisiera ver más... En un rincón de mi cuerpo he guardado millones de besos que saltan, que quieren salir. Te los daré y llenaremos la cama de flores. Dame solamente una chance, déjame intentar conquistarte. Baila conmigo y así mezclemos nuestros colores...


sábado, junio 19

No suelo ser alguien que se guarde lo que piensa o lo que siente, pero en este caso en particular, tengo un nudo en la garganta que no me deja en paz, una lágrima que se está por caer y ésta impotencia que me consume cada día más.

Quiero gritar lo que me está pasando y por más fantasía que parezca, es la pura realidad y no aguanto que las cosas sean de esta manera. Necesito hacer algo, pero creo que lo que siento se llama Miedo, y me hace doler el pecho. No puedo creer que teniendote tan cerca, te sienta tan lejos e inalcanzable, es demasiada impotencia junta y ya no la aguanto más. Tanto es este miedo que, de tan solo verte me paralizo y no puedo confestarte todo lo que pasa por mi cabeza en ese momento.
Te podría perder y no quiero ni pensarlo que por alguna palabra de más, pueda dejar de ver esa sonrisa que ilumina hasta el lugar más oscuro, esos ojos que me hacen delirar mil y un sueños, tu forma de hablar y de hacerme reír tan facilmente. Hasta tu swing es totalmente cautivante. Me refiero a esas pequeñas cosas porque, tu belleza, tanto física como interior no tiene descripción. Sos digno de estar en el cielo, en mi cielo...

Sophie S.