miércoles, abril 6

Larga vida a K.D.C.

05.04.2011: Me levanté escuchando Pettinato como todas las mañanas (porque es lo único que me despierta a las 6.30 am) y anuncia que va a pasar "About a Girl" pero antes hace una pequeña introducción que me llegó al corazón: Petti decía que este muchacho rubio que ven, casi angelical, más allá de todos los mambos que tenía: su pasado, su presente y su 'no-futuro' que él presentía, creó, a partir de esa música rara que no se sabía que era, si punk o rock o caca, muchas de las cosas que hoy en día escuchamos. El muchacho rubio de la mirada perdida es un pionero de la música, un dios. Con qué facilidad podía, con su voz ronca, transmitir todos sus sentimientos a través de unas letras y ponernos la piel de gallina o hasta hacer llorar a más de uno (bah, por lo menos a mí me hizo pinatar alguna que otra lagrimita). Por este motivo, es que cada vez que se habla de él, todo lo que fue (es) y su tristísimo final, me pongo sensible, angustiada. No creo ser la única que lo extraña y que daría lo que sea porque dé un recital más, un disco más, una foto más, lo que sea... Pero por otro lado digo, ¡Carajo! qué bueno que se lo recuerde así, qué bueno es tenerlo presente, qué bueno es que la gente reconozca el hermoso mensaje que nos dejó. Por lo menos yo, muchas veces me siento una "Kurt Cobain": siento el dolor, siento la presión, siento el odio hacia el avance de la sociedad y su fuckin' comercialismo, y así, de una extraña manera, entiendo el por qué de 'es mejor explotar que ir desvaneciendo'.
Igualmente, como siempre digo, tan grande es, que él nunca murió, sigue entre nosotros convirtiendo su recuerdo en algo glorioso en la historia de la música...

Sophie S.